domingo, 5 de abril de 2009

Verde que te quiero verde


Bastante alejado de la connotación de García Lorca, creo que siempre quise mi ciudad verde. Es una hermosa ciudad, no dejo de reconocerlo, pero los distintos tipos de cáncer que la agobian la han hecho ir de gris a casi negra.


Hoy caminé por el parque y sentí que algo le hacía falta. Miré a mi alrededor y buscaba, pero no parecía encontrar qué era lo que no estaba ahí. Por un momento me quedé viendo a los perros correr y pensé que incluso ellos se sienten felices al tener un espacio como aquél que les permita pensar que escapan de la jungla de concreto.


Caminé por el pasto un buen trecho y cuando alcancé la vereda de cemento, de inmediato me revisé las suelas de los zapatos... algo faltaba. "¿Qué le falta a este maldito parque?" - pensé. Revisé de nuevo mis zapatos y encontré la gran ausencia: "Claro!! a mi zapato le falta la mierda que generalmente pisa uno en los parques donde sacan a pasear los perros!".


Y entonces comprendí: a ese parque le hacía falta la basura, la tierra removida por el aire, síntoma del abandono en que casi siempre se encuentran, le faltaban las bolsas no reciclables, las corcholatas, los vidrios rotos, los...


Y tuve una pequeña tristeza en el alma: a éste parque le falta lo malo... y a mi ciudad le faltan más 'verdes' como éste.

1 comentario:

  1. Hola Guido... hablando de autoexilios, apenas regreso, de manera esporádica, a los espacios virtuales que he abandonado. Me asombra encontrarte en Bogotá... ¿a poco no es una ciudad hermosa? Yo me enamoré de ella, de sus paisajes, de sus verdes parques, de sus actividades culturales, del acento y las expresiones de su gente. Y sí... acá hacen falta más parques verdes y más cuidados.
    ¡Un fuerte abrazo! Liz

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